Decoración Floral en la Basílica del Pilar y Banquete en el Hotel Reino de Aragón
Organizar una boda en un lugar tan emblemático como la Basílica del Pilar de Zaragoza es un reto que JLM Florista asumió con maestría. A pesar de las complicaciones logísticas y climáticas, el resultado final fue una decoración floral que unió tradición, creatividad y elegancia. En este artículo, te contamos cómo se llevó a cabo este proyecto, desde los adornos para el presbiterio hasta el ramo de novia.
El lugar de la ceremonia, la Basílica del Pilar, no solo es un sitio de gran belleza, sino que también tiene normas estrictas que condicionaron el diseño floral.
Con un retablo del siglo XV y una cancela que limita la visibilidad, los adornos florales debían ser elevados. Para ello, se utilizaron plataformas de acero que permitieron confeccionar centros de flores con un diseño vertical en paralelo, alejándose del clásico radiado. Las flores, en tonos blancos elegidos por los novios, destacaron en perfecta armonía con el altar de alabastro de casi 500 años.
La disposición de los sofás en contradirección a la vía sacra supuso otro desafío. Para garantizar la visibilidad de los arreglos, estos fueron elevados a metro y medio de altura, manteniendo el diseño clásico y la misma paleta de colores blancos que en el presbiterio.
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Para el banquete, los novios optaron por un cambio de estilo. Los centros de mesa, con inspiración en bodegones, incluyeron frutas y flores en tonos otoñales, aportando un toque cálido y vibrante al evento. La combinación de elementos naturales y colores intensos dio como resultado una decoración única que encantó a los invitados.
La novia eligió desde el principio un ramo bolso. Este diseño se confeccionó sobre una base de ramas de vid, cuidadosamente entrelazadas, sobre las que se adhirieron las flores seleccionadas. El resultado fue un ramo original y sofisticado, que complementó a la perfección el estilo de la boda.
La boda en la Basílica del Pilar y el posterior banquete en el Hotel Reino de Aragón fueron un ejemplo de cómo JLM Florista supera los desafíos para crear momentos inolvidables. Desde la decoración del altar hasta los detalles del ramo de novia, cada elemento reflejó la personalidad de los novios y el compromiso con la excelencia de JLM Florista.
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Se utilizaron plataformas de acero para elevar los arreglos florales del presbiterio y la vía sacra, asegurando que fueran visibles desde todos los ángulos, a pesar de la disposición del mobiliario y la cancela que limitaba la visibilidad.
La decoración incluyó flores blancas de gran tamaño en un diseño vertical y paralelo para el presbiterio, mientras que los centros de mesa del banquete combinaron flores y frutas en tonos otoñales para un estilo más cálido y vibrante.
La novia eligió un ramo bolso confeccionado con una base de ramas de vid. Sobre esta estructura se pegaron flores, creando un diseño único y rústico que combinó elegancia y naturalidad.
El principal reto fue trabajar bajo las estrictas normas de la Basílica, además de solucionar problemas de visibilidad debido a la arquitectura del lugar, como la cancela del presbiterio y los sofás de la vía sacra.
La capacidad de adaptarse a las necesidades y estilos de cada evento, junto con la utilización de materiales de alta calidad y soluciones creativas para superar desafíos arquitectónicos, hacen de JLM Florista una referencia en decoración floral.